Anibal Arias, la guitarra en el tango

Bienvenidos al podcast “Los maestros de la música cuentan”. Hoy les presento mi conversación con el ahora difunto guitarrista Anibal Arias, en una entrevista que grabé en Buenos Aires en 1998.

Conocí a Anibal Arias en la Escuela de música popular de Avellaneda, donde estudié durante un tiempo. Arias había cofundado esta escuela de música de tango y folclore. También lo escuché tocar en un dúo con el gran bandoneonista Osvaldo Montes y en la Orquesta del Tango de Buenos Aires en la Avenida Corrientes, una orquesta municipal de tango que él también había cofundado.

Cuando visité Anibal Arias en su casa, me llevó directamente al estudio. Estaba lleno de libros, periódicos y fotografías sobre el tango. Anibal Arias pasó su vida investigando los orígenes y la historia de este estilo musical, un conocimiento que fue muy feliz de transmitir. ¡Escuchen lo que me dijo sobre este tema!

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Biografia

En la casa donde nació en Villa Devoto había música en el aire que se sentía como un soplo. Y es muy probable que cuando aún estaba en el vientre de su madre hubiera disfrutado de la dulce y armoniosa canción de cuna que salía de una guitarra y una voz cuando su padre —oriundo de Santiago del Estero— cantaba canciones y pulsaba esas cuerdas.

A la edad en que otros niños empezaban a agarrar un lápiz para escribir los primeros trazos él, con tan solo cuatro años, ya sujetaba el diapasón de una guitarra y con sus dedos delgados formaba los acordes sencillos de una canción con esa pasión por la música. que lo acompañaría por el resto de su vida.

De pantalón corto, comenzó con Anibal Arias hermanos y primos formando grupos, formando dúo con su hermana Amanda bajo el nombre de Los Catamarqueñitos en honor a su madre nacida en la provincia de Catamarca.

Su primer maestro, cuando tenía diez años, fue un colega de su padre, Pedro Ramírez Sánchez, quien lo orientó en sus primeros pasos y se convirtió en su compañero y consejero tiempo después. Con él conoció otras escuelas de guitarra. Ese universo contribuyó a su desarrollo y le permitió mostrar una competencia y una confianza poco frecuentes en un niño. Allí se nutrió de los conocimientos técnicos y musicales, pero su talento y espíritu autodidacta hicieron el resto.

Se convirtió en un talentoso intérprete de música clásica, pero pronto encontró su camino en la música popular. Se inició en la música folklórica acompañando a prestigiosos cantores y agrupaciones de la época dorada de ese género: Los Arrieros Cuyanos, Virginia Vera, el dúo Vera-Molina, Alberto Castelar, Rogelio Araya, Hilda Vivar, Waldo Belloso, Dúo Moreno-Sayago, Ramona Galarza, Julia Vidal, Hermanas Berón, Hermanos Barroso, Argentino Luna, entre otros.

Pero su pasión era el tango y tocó durante muchos años en el ya desaparecido local La Querencia, en la Avenida de Mayo, donde respaldó a una gran cantidad de cantores que se presentaban en sus shows.

Era bastante conocido cuando debutó en el tango acompañando a un cantor del barrio de Mataderos: Ángel Reco, a quien recuerda con cariño. Reco murió en 1992 y fue uno de esos clásicos cantores de barrio que surgieron en la radio en los años cuarenta, según la nota escrita por Sara Ribot en septiembre de 1992 para la revista Tango y Lunfardo.

En 1953 integró el grupo de guitarras que acompañó a Héctor Mauré durante cuatro años. También tocó en un gran número de conjuntos: el cuarteto A Puro Tango de Miguel Nijensohn, un trío con Osvaldo Tarantino y Osvaldo Rizzo, varios cuartetos de Enrique Alessio, Jorge Dragone, Armando Pontier, Luis Stazo, Eduardo Ferri, Osvaldo Piro , Celso Amato, Francisco Grillo, Héctor Stamponi, José Libertella y, de 1969 a 1975, la dirigida por Aníbal Troilo. Con este último registró números sempiternos.

Fue guitarrista de los más grandes cantores: Libertad Lamarque, Raúl Berón, Oscar Alonso, Carlos Acuña, Tania, Ángel Cárdenas, Roberto Rufino, Floreal Ruiz, Julio Sosa, Roberto Goyeneche, Susana Rinaldi, Edmundo Rivero, Enzo Valentino, Néstor Fabián, Alberto Morán, Jorge Casal, Argentino Ledesma, la dupla Dante-Larroca y muchos más.

Integró la Orquesta de Tango de la Ciudad de Buenos Aires, desde sus inicios en 1980 – bajo la dirección de Carlos García y Raúl Garello. Con esta orquesta recorrió Argentina y varios países de América Latina y cosechó merecidos elogios.

Ahora forma parte del elenco de El Café de los Maestros junto a los más destacados músicos y cantantes. Apareció en la película del mismo nombre rodada en 2006 y se presentó, con algunos de sus integrantes, en Berlín, Roma, Atenas, París, Londres y Río de Janeiro.

Dedica gran parte de su tiempo a la docencia para transmitir sus conocimientos y su experiencia a las jóvenes generaciones y ayudarles a perfeccionar su técnica.

Fue fundador de la Escuela de Música Popular de la Municipalidad de Avellaneda donde aún se desempeña como profesor de Historia del Tango y Tango Guitarra.

Realizó numerosos viajes a Estados Unidos, Brasil, Francia, España, Alemania, Grecia, Japón (doce veces) con diferentes artistas, en especial, con el dúo que forma con el bandoneonista Osvaldo Montes. Hay que destacar el histórico viaje a Washington con el cuarteto de Aníbal Troilo en marzo de 1972 para los festejos del 25 de mayo.
Con Susana Rinaldi actuó en París en el Olympia y en el Theatre de la Ville, también en el Teatro La Comedia de Madrid. Con el Sexteto Mayor: en Venecia, Berlín y Washington.

Su primer disco como solista, La Guitarra Romántica del Tango, fue en 1985 para RCA, reeditado en disco compacto en 2008. Le siguió Una guitarra para Gardel y con su cuarteto de guitarras: dos discos, Nuestras guitarras con Carlos Martínez, Seis cuerdas y una voz con Oscar Ferrari y “Querido Chamamé” con el bandoneonista Antonio Príncipe.